El flan es un postre elaborado a base de huevo, leche y azúcar,
que se cuece y se cuaja al baño maría. Su textura es cremosa, y su consistencia blanda y
temblorosa.
Sus orígenes nos remontan hasta la época de los romanos, en
el momento en que empezaron a utilizar gallinas y pollos, empezaron a
incorporar en su dieta los huevos. Con el tiempo y las innovaciones, o las
pruebas en las cocinas ha ido evolucionando, hasta llegar a la Edad Media donde
empezó a consumirse en la época de la Cuaresma. Es aquí, donde ya se empezó a
utilizar el azúcar y el caramelo para su elaboración. Llegando a su auge de
popularidad y consumo en el siglo VII.
Después de contaros un poco de donde viene este postre, y así
conocer algo más sobre lo que cocinamos y comemos, os voy a decir que vamos a
utilizar leche condensada para su elaboración.
Se trata de leche de vaca, a la que se le ha quitado el agua
y en su lugar se le añade azúcar, por lo que resulta más espesa y también más fácil
de conservar mientras el envase no esté abierto.
Ingredientes
1 bote pequeño de leche condensada
Caramelo líquido,
3 huevos
2 medidas de leche entera.
Para el caramelo:
200 gr de azúcar
Unas gotas de zumo de limón
250 ml de agua hirviendo.
Elaboración
A continuación añadimos la leche condensada, y volvemos a
batir hasta que ambos ingredientes están bien mezclados.
La leche entera la vamos a medir con el envase de la leche condensada,
así que echaremos dos medidas de leche de la misma cantidad que nos indica el bote.
De nuevo volvemos a batir todos los ingredientes y dejamos reposar unos
minutos.
Mientras podemos ir
untando los moldes con el caramelo líquido. Este puede ser comprado, como ha
sido mi caso esta vez, o bien podéis realizarlo vosotros mismos. Es muy
sencillo y más económico.
Para hacer el caramelo tenemos que poner en una sartén el azúcar junto con las gotas
de limón, y remover. En cuanto veamos que está formado le añadimos el agua a
chorro y con otra mano removemos para que no se nos pegue. Tenemos que tener en
cuenta que cuando enfrie, se quedará más consistente.
Una vez untado el molde con el caramelo, vertemos la mezcla
y ponemos el recipiente a cocer al baño maría en el horno durante 15 o 20 minutos.
Siempre dependiendo de cómo sea vuestro horno. Para saber si el flan esta
cuajado podéis ir pinchando de vez en cuando con un palillo, hasta que salga
limpio del todo.
Una vez cuajado, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar.
Podemos dejarlo un ratito en la nevera hasta el momento de desmoldar.
Como veis una receta sencilla, rápida y sobre todo os
aseguro que esta delicioso.
Espero que si lo hacéis,
me digáis el resultado.
¡Qué rico Inma! ¿Te puedes creer que nunca he hecho flan? ¡A por él! muack!
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