jueves, 30 de octubre de 2014

Calamares en Salsa de Vino Blanco




A los calamares también los conocemos por jibiones o por chipirones, sobre todo esta última forma la usamos mucho en el  país vasco.

El calamar, es un molusco que vive cerca del litoral y preferentemente en aguas abiertas, ya que son animales de movilidad permanente, recorren grandes distancias y realizan frecuentes desplazamientos en vertical, a veces hasta grandes profundidades.

Los calamares, se alimentan de peces y de otros crustáceos, para ello lanza los dos tentáculos mayores y cuando tiene apresada la presa  los agarra con los  restantes. Poseen un cuerpo musculoso y muy flexible.


¿Habéis oído hablar de la leyenda del Kraken? Se trata de una leyenda de origen escandinavo, en ella se cuenta que un calamar gigante que emergía de las profundidades del océano provocando enormes remolinos,  arrastrando con él a los barcos y a los marineros.


De momento nosotros en nuestra mesa no vamos a poner un calamar gigante, si no unos poquitos calamares que los vamos a guisar en salsa y están estupendos. Así que venga coged el mandil y vamos allá.



Ingredientes.

Anillas de calamar
Cebolla,
Un tomate maduro
Ajo
Aceite de oliva
Sal,
Pimienta,
Azafrán,
Perejil
Vino blanco




Elaboración


En una cazuela echamos el aceite  de oliva, cuando este caliente echamos los ajos picaditos y los doramos hasta que chisporroteen. Entonces ponemos la cebolla y lo pochamos todo junto con un poquito de sal. Después añadimos el tomate  rallado y lo salpimentamos,

Cuando este todo el sofrito  pochadito lo pasamos por el pasapuré.

Ya hemos pasado la salsa, ahora vertemos los calamares en ella, los calamares, los dejamos dorar un par de minutos, les echamos  un vaso de vino blanco y el azafrán,

Lo dejamos cocer todo unos 10 minutos y cuando estén blanditos retiramos del fuego.




Como toque final si queremos que la salsa espese lo podemos hacer añadiendo un poquito de harina  hasta que nos quede al gusto.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Quiche de Calabacín



La receta que os traigo esta noche es la primera vez que la hago, pero tenía muchas ganas de hacerla porque siempre he oído decir que esta deliciosa.




La receta original de esta tarta salda procede del norte de Francia, más concretamente de la región de Lorena. En principio solo se elaboraba con huevos y crema de leche o nata, lo que pasa es que a lo largo de su historia se han ido introduciendo las verduras, las tiras de panceta…Hasta nuestros días que nos muestran infinidad de variedades, tantas como imaginación  o gustos tengan los cocineros que se enfrenten a dicha tarta.


Para empezar yo he utilizado el calabacín como uno de los ingredientes principales, ya que al ser un 95% agua es muy bajo calóricamente y así contrarresta a otros ingredientes de la receta: la nata, el bacón…Debido a su bajo aporte calórico es muy beneficioso para el organismo ya que nos aporta una gran cantidad de minerales, fosforo, potasio, magnesio y el siempre importantísimo calcio.


Ingredientes

1 kg de Calabacín
2 cebollas blancas o rojas,
250 gr de bacón en tiras o en tacos, al gusto
2 huevos
Masa de hojaldre o pasta brise
200 gr Nata liquida para cocinar
200 gr de Queso rallado.
Sal
Harina
Mantequilla


 

Elaboración


Precalentamos el horno, mientras vamos embadurnando un molde de tarta o una bandeja con harina y mantequilla,  cuando lo hayamos hecho ponemos la masa de hojaldre o la pasta brise bien estirada en él. Podemos ponerle encima unos garbanzos o bien pinchar la base con un tenedor para que así no suba en el horneado.

Lo horneamos unos 10 minutos a 180ªC, siempre dependiendo del horno de cada uno.

Una vez horneado retiramos los garbanzos y lo dejamos enfriar.


Mientras el hojaldre está en el horno vamos a ir preparando la mezcla, para ello picamos la cebolla en cuadraditos y la ponemos a pochar con un poquito de sal, a fuego suave en una cazuela.



Pelamos los calabacines, los partimos en dados pequeños y se los añadimos a la cebolla en cuanto este pochada. Lo dejamos pochar todo junto también a fuego suave  y lo vamos  dejando pochar y removemos de vez en cuando.

 


En otra sartén freímos el bacón cortado en tiras o en tacos, y luego se lo añadimos a la cebolla y al calabacín. Una vez junto lo ponemos a escurrir para que no se nos agüe la mezcla posterior.



Por otro lado batimos los huevos con las varilla de batir, o con su defecto con un tenedor, en un bol un poco hondo, le añadimos la nata y el queso rallado. 


Añadimos la verdura escurrida y removemos todo. 
Vertemos toda la mezcla sobre el hojaldre frio y lo metemos en el horno  durante unos 20 minutos.



Para saber si está bien hecho lo pinchamos de vez en cuando con un palito o con un cuchillo, hasta que salga limpio.




Bueno, pues nada otro plato más para que tengáis listo de cara al fin de semana, ya que esta vez ha sido un poquito más laborioso, pero os aseguro que exquisito también.