La berza es una fuente de salud, tanto si la vemos desde el punto de vista medicinal
como el dietético. Entre otras es rica
en potasio, ácido fólico, calcio y magnesio, además posee propiedades antirreumáticas,
antidiabéticas y cicatrizantes. La berza, o repollo blanco, es un alimento poco
calórico con gran contenido en fibra.
Ahora que ya
conocemos algunas de las propiedades de este repollo rizado, vamos a conocer un
poco más sobre su procedencia la cual, comienza su andadura por la prehistoria. Se extendió por Europa, procedente
de Asia, a través de los grupos de peregrinos celtas. Se conoce su consumo por
parte de las civilizaciones romanas y griegas. Durante el siglo XIX, las
potencias coloniales europeas extendieron el consumo de este vegetal por todo
el mundo. Sin embargo, la berza se consideraba un alimento de campesinos por lo
cual las clases adineradas pudientes y más distinguidas de la sociedad, no lo
consumían.
Existen multitud de variedades de la berza, de temporada media,
tardía, otoñal y de invierno. Siendo este último su mejor momento. Para nuestra
receta vamos a utilizar la col de hoja suave. Sus hojas externas son de un
color verde claro, las del interior son blancas de consistencia dura y sabor
fuerte.
Vamos a elegir los repollos de consistencia compacta, con un
núcleo duro, es más crujiente y más
pesada que otros ejemplares de menor calidad. Esta vez, la vamos a utilizar en
crudo en nuestra receta de ensalada, para ello la vamos a someter a una
maceración de 12 horas y el resultado será una ensalada sabrosa de hoja ablandada, fácil de digerir, y sabrosa para degustar.
Ingredientes
Medio repollo, o berza
Pimiento morrón
Ajo
Clavo
Sal
Vinagre,
Aceite
Agua
Elaboración
Separamos las hojas del repollo una a una, las lavamos bien
bajo el chorro del agua, también podemos dejarlas un rato en agua con unas
gotitas de vinagre para desinfectarlas o
hacer que eliminen algún insecto que traigan adherido.
Una vez hecho esto, escurrimos y, partimos las hojas de la berza en juliana, las colocamos en un bol o ensaladera. La
cubrimos de vinagre hasta tapar todas
las hojas.
Por otro lado en un mortero machamos unos dientes de ajo, el
clavo y pimientos morrón, junto con una pizca de sal y aceite. Una vez que esté
bien machacado lo echamos sobre la berza bañada en el vinagre.
Dejamos esta mezcla
macerar en el frigorífico durante la noche. A la mañana siguiente, además de
haber tomado sabor, las hojas estarán más
blandas. A dicha maceración le añadimos agua, y rectificamos de sal.
Dejamos enfriar de
nuevo para servir caldoso como entrante.
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